Petra Saviñón

Petra Saviñón






Escritora y periodista. Ha publicado el poemario "Entre Brumas". 




1 (80p)


Una ciudad de barro que no procesa más datos que la narcosis que fluye en sus entrañas
que ya no huye de las miradas que revuelven estas conciencias
un muro de nocturnidad o de sal
donde las zonas de fuego perecen entre botellas de ron y letras de dembow
ese espacio en el que el activismo social 
enclaustrado en autos modernos y ventanas de caro cristal
no estrangula el hambre de una multitud insaciable de sangre o sólo de pan

2 (62p)

Mi barrio es un patio de luces y de lisonjas
una negra forrada de mechones
una larrrgaaa escala al desarrollo
las calles gritan historias de burdeles y de solidaridad
mi puerta es una estocada a la prudencia
un niño es todos los niños que sueñan con aves sordas
alienígenas teñidos ya no venden golosinas
y mi alma esa fosa de insomnes arcoíris

3 (59p)

Abierta
la sangre sigue su curso como una hoja abierta
lame los surcos que deja el metal
como si fuese posible borrar a discursos 
las diferencias de la parte norte con la céntrica
el pudor alza las piernas tres veces al día
allí, en aquellas rutas
una bala no es desperdiciable en todas las vidas
al final somos semejanzas

4 (43p)

En estos mercados, el silencio vale oro
y las palabras son recicladas en barras de plomo
mejor nadar despacito sobre el hielo que estruja las médulas
no sea que los perros coman tus vísceras
mientras aquellos pequeños desarrapados meten gol con tus ojos

5 (63p)

Ya tengo para cuatro días
este polvo blanco, presumiblemente…
un almacén de sesos chorrea de mis dedos
seres inversos que reclaman su parte de fatalidad
y sin que lo pidas
por un taco de marihuana ahorcan en el vientre a sus hijos
esta pantalla de casas danzantes
podredumbre y nauseas es menos real
que culos y tetas y carcajadas de chicas de TV

6 (20p)

Camina al filo bien cubierta
no vayas descalza hacia el borde 
en cualquier tramo sorprende un campo minado de políticos

7 (44p)

Esta ciudad de cuyos techos gotea la pereza
los síntomas de un embarazo atroz
perdón, precoz, digo sí, atroz
los berrinches de la marioneta
este enredo de lenguas en una Babilonia caricaturesca
pero nadie tiene la maldita culpa de que la noche esté muerta

8 (35p)

Con frecuencia sucede que el olor a muerte es menos espeso que el de la cocaína
más impenetrable que el de tantos excrementos
y a veces hasta más digno que el de ciertas posibles vidas


9 (43p)

No reiteres el error de olvidar tu sino
vuelve a cobijarte en la esquina
donde no tienes que entender los sistemas
los mercaderes son más honestos
pagan con sexo, droga y mendrugos 
en un recodo en el que los ilusos también son Colazor

10 (47p)

En la primera capa de la tierra
funcionarios plantan bocabajo 
sus cabezas llenas de materia marrón 
en la esfera de cebollas 
el ciclo de la vida crece en el aceite reciclado 
de longaniza, bofe y carnitas
la existencia resurge de estos charcos, como siempre
más que nunca

11 (66p)

El reino de los cielos es semejante al extenso camino 
que me lleva a la cama 
después de la jornada diaria en el infierno
para empezar entre sábanas y almohadas constrictoras
la segunda y más temible fase de esta labor 
cuando cierre los ojos vendrán las hiedras y descolgarán mis dientes
y al amanecer recolocarán intacto mi cerebro en su sitio
y me dejarán sin excusa

12 (50p)

Todos caímos
como Elena y sus cargas de angustias
como la manía de flagelarnos con fracasos de punta afilada
de degollarnos con fríos errores
sin detenernos a recordar que al final de la trampa
nos espera aquel muchacho moreno de sonrisa abierta 
y ropa de gimnasio sudada
quizás otra estafa

13 (74p)

Leo, leo, leo
esta es de esas noches
son estos campos copados de azul insoportable
este desacierto premeditado
sobre los dedos irrefrenables la manía de digitar
o de morderme los labios, las uñas, la razón
imbuida, aturdida de éxitos tan planeados 
en esta historia
esta metrópolis tan normal
tan predecible en su desenfreno
me aburre no estar sicótica
temo que todavía pueda recordar 
y lamento que mi sangre ya no corra por este río

14 (99p)

Si me dejaran contar lo que llevo dentro…
¿quién conjetura que esto que parece un cuerpo sensato
es el saco en el que escondo basura
que colecciono cada 56 minutos en alguna calle, lejos, cerca?
si hablara
diría que a veces tengo deseos de salir de este escondite de cordura
que quiero dejar de imaginar
y al fin desprender a mordidas un brazo a la muchacha
con la que comparto el aire en el metro
dentro de estos sesos hay tantos sueños...
si me dejaran contar, pero no puedo relatar mucho
es el minuto 55. Los desechos me esperan

15 (57p)

Como quisiera estar loca

ir por la calle envuelta en harapos de verdad

no en esta semiropa que tanta curiosidad despierta

como quiero decir no cuando no tengo ganas de ser buena

pero a secas no, con un coño que resguarde

hacer rebotes con mi cerebro y meterla de tres

solo cuando lo logre sabré quién soy


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